3/2/10

Y de a poco y como siempre
se me transforma en algo fugaz,
algo que ya no sé si es verdad.
Es, a veces, la obsesión por alguien diferente,
tanto así de llegar a armarlo como un ser perfecto.
Entonces me vuelvo a preguntar
si esto valdrá la pena
o si el verdadero amor, o lo que sea,
tiene que llevar con él la melancolía
y las lágrimas;
porque si es así muy pocas veces,
casi ninguna, lo he sentido.
Y me repito que tal vez estoy enamorada de enamorarme.