Es casi una enfermedad. No digo que me moleste, es más, lo disfruto en todo momento.
No me molestó hablar con él, casi es un placer, aunque claramente sigo cometiendo los mismos errores porque las situaciones son tan parecidas que creo estar haciendo lo correcto de nuevo. Entonces, no miento... aunque honesta no es la intención y si la fuera todo esto no tendría sentido.
