16/7/09
Sé que te gustaba sentirme
débil
y fría, sentada en el
sillón
viejo.
Nunca tuvimos compasión alguna, nunca nos miramos a los ojos y nos escupimos las palabras. Ahora nada se siente bien, ahora siento que me hace falta odiarte tanto.
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio